Los hechos son elocuentes, un compositor que
alrededor de 1937, poco antes de la 2ª Guerra Mundial, fue un pacifista activo
y vivió afuera del clóset con el tenor Peter Pears, nos hace pensar en un
hombre de profundas convicciones y congruencia. El tránsito de su juventud
controvertida a una vejez condecorada por la Reina Isabel II con la Orden del
Mérito es jugosa lectura al alcance de todos en la red. Aquí echaremos un vistazo a un fragmento de su
música.
Benjamin Britten fue inglés, nació en Suffolk en
1913; este simple hecho lo colocó en una cultura musicalmente conservadora, que
hacía referencia constante a los compositores que vivieron en la época de los
Tudor, como William Byrd, o de la Revolución Inglesa, como Henry Purcell. Britten y sus coetáneos: Tippett, Elgar, Vaughan
Williams, Holst y Walton son considerados la generación que causó un
resurgimiento musical en el Reino Unido porque produjeron música con personalidad propia, que no estaba
atada “al grandioso pasado” y que tampoco era una versión insular de las
vanguardias continentales de aquel momento.
Su trabajo abarcó todo tipo de géneros: Ópera, música
orquestal, de concierto, de cámara, vocal, coral, bandas originales para cine y
ballet. De sus casi 100 obras catalogadas voy a esquivar con dolo las famosas Guía de Orquesta para Jóvenes, Réquiem de Guerra o la Ópera Peter Grimes, y hablaré brevemente de: Les Illuminations.
Britten creó un ciclo de canciones para tenor o
soprano y orquesta tomado Les
Illuminations, un ciclo de poemas en prosa que Arthur Rimbaud escribió
alrededor de 1873 durante una estancia compartida con Paul Verlaine en Londres,
altamente significativa para el joven poeta que avistaba entonces nuevas
fronteras expresivas.
Una buena forma de
celebrar que apaga, simbólicamente, 100 velitas este año, es escuchando cómo
Britten da vida musical a los “…escalofríos (que) se levantan y gruñen, y el furioso sabor de estos efectos
cargándose de los silbidos mortales y las roncas músicas que el mundo, allá
lejos tras nosotros, lanza sobre nuestra madre de belleza, - ella retrocede, se
yergue. ¡Oh!, nuestros huesos se han revestido de un nuevo cuerpo amoroso” [1]
[1] RIMBAUD,
Arthur. Fragmento de Being Beauteous
del ciclo Les Illuminations.
Traduccida en el siguiente sitio: http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/R/Rimbaud,%20Jean%20Arthur%20-%20Iluminaciones.pdf
La versión de esta obra cantada por Peter Pears se
puede escuchar en:
http://www.youtube.com/watch?v=mdRxkR16wls
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