lunes, 3 de febrero de 2014

Las Orquestas Infantiles y Juveniles en León


“Quien genera belleza tocando y genera armonía musical, empieza a conocer por dentro lo que es la armonía esencial, la armonía humana”
José Antonio Abreu

La música transforma porque al practicarla con constancia, disciplina y paciencia desarrolla integralmente a la persona: su sistema neurológico, su cuerpo, su inteligencia y emociones. Por esto, en varios países se han creado orquestas infantiles y juveniles en comunidades con pocos recursos materiales, en algunos casos con altos índices delictivos, imitando el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela que impulsó en 1975 José Antonio Abreu y que ha transformado la vida de aproximadamente 350,000 jóvenes.

La idea básica es: cuando la práctica musical está concertada en el marco de una orquesta, los niños dejan la calle o la televisión para asistir a un lugar donde les enseñan música, se les dota de un instrumento y aprenden una serie de valores que se desprenden de la práctica orquestal, como el respeto, la tolerancia, la responsabilidad o la paciencia; aprenden a trabajar y a crecer en equipo; además, adquieren un sentimiento de pertenencia a un grupo en donde son respetados y queridos. Como consecuencia no sólo  mejora su calidad de vida, sino las condiciones sociales de sus comunidades.

El uso de la música como vehículo de transformación social y de ayuda a las personas en circunstancias de mayor desprotección es viejo. Desde el S. XVI las ciudades europeas asoladas por las epidemias y las guerras atendieron el creciente problema del abandono infantil a través de instituciones que les dieran una vida digna, los hospicios. En ellos, la educación musical era fundamental, los huérfanos al crecer se convertían en músicos de alto nivel. Los conciertos de las orquestas formadas por estos chamacos tenían un público nutrido que al pagar por disfrutar de la música, estaba contribuyendo a la manutención del hospicio. Uno de los ejemplos más famosos es el del Ospedali Santa Maria della Pietà para cuya orquesta compuso Vivaldi gran parte de sus conciertos.

En León tenemos hoy cuatro orquestas con este espíritu de transformación social. Dos de ellas surgieron por una convocatoria del Sr. Juan Antonio García, a partir de la cuál se formó en 2008 un patronato llamado Música Esperanza de Vida. Las primeras personas que lo integraron fueron las señoras Luz de Lourdes Arena de Orozco,  Graciela Orozco de Gómez, Isabel Doblado de Malacara, Ana María Orozco de Fernández y los señores Daniel Malacara y Juan Carlos Gómez. De aquí nacieron las dos primeras orquestas: Trinitate Philharmonia en Octubre de 2008 y la Orquesta Infantil y Juvenil Imagina en 2009. Ésta última en colaboración con el Sistema Nacional de Fomento Musical de CONACULTA, que es la institución mexicana encargada de generar estos núcleos musicales comunitarios en las localidades más desprotegidas social y económicamente de nuestro país, siguiendo el modelo venezolano.

Trinitate Philharmonia  está dirigida artísticamente por Humberto Pérez Urquieta, su sede es la Academia Renacimiento que está en la colonia Los Ramírez, cerca del Autódromo. Por sus aulas han pasado alrededor de 490 niños a lo largo de estos 6 años de trabajo. La Orquesta Infantil y Juvenil Imagina es  parte del complejo proyecto del Centro Comunitario Virgen Reina de la Paz, ubicado en la colonia El Castillo, que también alberga las Bibliotecas Juvenil e Infantil Imagina y en donde actualmente se construye un Centro Cultural y Ecológico diseñado por el experto en bioconstrucción Peter van Lengen para su sede. Su director artístico es el maestro Oscar Argumedo. Ambas orquestas ofrecen conciertos constantemente, los más recientes fueron a fines del año pasado en el Teatro del Bicentenario, en donde sus seguidores constatamos su crecimiento musical.

La maestra Silvia Alba Roa es la directora artística que el Centro Fox designó en 2013 para que niños de comunidades pertenecientes al municipio de San Francisco del Rincón, constituyan la Orquesta de la Escuela de Música del Centro Fox. La agrupación de formación más reciente es ECOS, Orquesta y Coro,  un proyecto de Fundación León en colaboración con Esperanza Azteca Bajío que le donó instrumentos y apoyo docente. Está ubicada en la zona de San Juan de Abajo, al cruce de las avenidas Timoteo Lozano y Blvd. Delta. A la fecha tiene 230 niños que comienzan su instrucción musical y que dirigidos por Nathan Joacim Álvarez Cárdenas configuran la cuarta orquesta infantil de nuestra ciudad.

Uno de los, ahora jóvenes, pertenecientes a Trinitate Philharmonia dijo: “después de estar en la orquesta uno ya no puede vivir como si la belleza no existiera”. Segura estoy que estas orquestas y las que puedan llegar a formarse en el futuro, elevarán el nivel de vida de León al formar seres humanos plenos que nos dotarán de la belleza dignificante de la música.

(Versión original de artículo publicado por Liz Espinosa Terán en la Revista Cultural Alternativas en Enero de 2014)